Preface

La verdad
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Rating:
General Audiences
Archive Warning:
Creator Chose Not To Use Archive Warnings
Category:
M/M
Fandom:
Stranger Things (TV 2016)
Relationships:
Will Byers/Mike Wheeler, Will Byers & Mike Wheeler, Jonathan Byers & Will Byers, Jonathan Byers & Mike Wheeler
Characters:
Mike Wheeler, Will Byers, Eleven | Jane Hopper, Dustin Henderson, Lucas Sinclair, Maxine "Max" Mayfield, Jonathan Byers, Argyle (Stranger Things)
Additional Tags:
Mike Wheeler Loves Will Byers, Will Byers Loves Mike Wheeler, Will Byers/Mike Wheeler in Love, Gay Will Byers, Gay Mike Wheeler, Sad Mike Wheeler, Sad Will Byers, Happy Will Byers, Happy Mike Wheeler
Language:
Español
Stats:
Published: 2022-08-25 Words: 2,419 Chapters: 1/1

La verdad

Summary

Mike sabía que Will le había mentido hace tan solo unos segundos, y no se iba a quedar callado al ver como su amigo se desmoronaba delante de él.

o

Arreglo la escena en la van y finalmente Will y Mike pueden hablar de sus sentimientos en la habitación de un motel.

La verdad

—Entonces, sí, El te necesita, Mike. Y ella siempre lo hará–le aseguró Will, aguantando las lágrimas con todas sus fuerzas.

 

—¿Si?–preguntó Mike, mirando un segundo a los labios del chico e intentando fingir una sonrisa.

 

—Si…–asintió.

 

Will giró su cabeza poco a poco hacia la ventanilla, tapó su boca con la mano, para silenciar los sollozos. Se estaba rompiendo. Lentamente.

 

Mike le dirigió una mirada rápida, y por un momento le pareció ver en el reflejo del cristal a su amigo llorar. Así que volvió a mirarle, esta vez fijándose más en el reflejo, y su ceño se frunció.

 

¿Qué..?  

 

Volvió a mirar el “regalo”, repasando todo; la pintura, los personajes…el discurso.

 

Oh. No estaba hablando de El.

 

El chico no sabía qué hacer, ¿se lo decía o no? No, ahora no, ahora debía reconfortarlo. Decidido, enrolló la pintura y le puso la cuerda para que no se desplegara. No dudó ni un segundo en agarrar el hombro del otro chico.

 

No actúes rápido, no hay prisa. Sé lento.

 

—Hey…–le llamó la atención con una voz suave, amable; como cuando una madre ve llorar a su hijo. Le agarró del otro hombro y le obligó gentilmente a darse la vuelta hacia él. Sin embargo, no le obligó a mirarle–.Hey, Will.

 

Le abrazó, y este le correspondió. Dejó que Will hundiese su rostro en su hombro mientras que con sus manos se aferraba a la parte de detrás de su chaqueta azul. El pelinegro le daba pequeñas palmaditas reconfortantes en la espalda.

 

—Shhh, tranquilo, está bien, llora, desahógate todo lo que quieras–hizo una pausa, le dolía ver a su amigo así, por su culpa. Le dolía ser así –.Estoy aquí.

 

Jonathan les miró por el retrovisor, pensando que no debería estar escuchando. Argyle estaba en su mundo, así que no se enteró de absolutamente nada.

 

—Lo siento–dijeron ambos a la vez, separándose.

 

Aunque se separaron, no perdieron el contacto; ambos agarrando los antebrazos del otro. Jonathan los miró, satisfecho, por el retrovisor, sintiendo una extraña electricidad entre ellos.

 

 

 

 

 

Más tarde, decidieron hacer noche en un motel que se encontraron por la carretera. La verdad es que lo necesitaban, estaban agotados, y la van no era cómoda para dormir.

 

Jonathan sabía , que Mike y Will necesitaban tiempo a solas para hablar correctamente, por lo que pidió dos habitaciones para dos, aunque para Will y Mike puso la excusa de que él y Argyle roncaban, por lo que les molestaría.

 

—¿Estáis seguros que no os importa compartir habitación?–les preguntó a los dos adolescentes, los cuales, aunque no se habían dirigido la palabra, habían estado uno al lado del otro absolutamente todo el tiempo, y digamos que no había mucho espacio entre sus hombros.

 

—Jonathan, eres el único con suficiente confianza en él como para estar en una habitación junto a él–contestó el castaño señalando con la mirada a Argyle, quién seguía drogado.

 

Jonathan y Argyle se despidieron de ellos con un “buenas noches” y cerraron la puerta de la habitación. La habitación no era muy grande, pero tampoco muy pequeña, por lo que había espacio suficiente como para convivir una noche juntos. Obviamente, había una cama (una King Size, para ser específicos), dos mesillas a cada lado de la cama, con una lámpara en cada una de ellas, una ventana de metro y medio de alto aproximadamente, y un baño. Bueno, si nos adentramos más en los detalles, también había una mesa de escritorio con dos sillas y una televisión.

 

Se ducharon, y luego decidieron que era hora de dormir, apagaron la luz y se tumbaron, ambos mirando el techo sin poder dormir.

 

Mike fue quién rompió el silencio, inconsciente de la manera en la que había comenzado:—No soy inteligente como Dustin, no soy ambicioso como Lucas, no soy amable como tú, no soy fuerte como El y no soy decidido como Max. 

 

Will no entendía de lo que estaba hablando el chico, por lo que giró la cabeza hacia él, buscando una explicación, pero Mike no le miró de vuelta.

 

—Por eso, cuando dijiste que yo era el corazón del grupo, no me lo creí, y sigo sin creérmelo.

 

—Yo no–intentó hablar, pero fue cortado al instante.

 

—No digas que no fuiste tú quién dijo eso y que fue El, porque no es verdad, y lo sabes. Si El te hubiese pedido pintarlo, ella y Max saldrían también en la pintura, y si El te hubiese dicho que yo soy el corazón, entonces me lo creería aún menos. Porque ella cree que no la amo, y que pienso de ella como un monstruo, lo cual es mentira…Bueno, cuando le dio con el patín en la cara a Angela si que pensé de ella como un monstruo, lo tengo que admitir. Pero también pensaría de cualquier persona como un monstruo si hiciese eso–hizo una pausa, necesitaba respirar–.Lo que estoy tratando de decir es…que no todo es “El”. Ella cree que es la única en la que pienso como un monstruo en una situación así, pero no es cierto. Ella no lo es todo en mi vida, y nunca lo será. Nunca.

 

Iba a seguir, pero decidió que eso era mejor decirlo al final. Por lo que cambió ligeramente de tema.

 

—No soy el corazón. Puedo parecer el líder de vez en cuando, pero ser el líder no significa ser el corazón. El corazón, como tu dijiste, es lo que mantiene al grupo unido, y eso somos todos, no solo yo. No soy especial, nunca lo fui ni lo seré, pero por algún motivo, tu crees eso, ¿me equivoco?–esta vez sí que le dirigió la mirada, y muy fijamente–.Después de todo, tú crees que soy el corazón, y tú…me necesitas.

 

Will se incorporó rápidamente al escuchar esas palabras:—Mike, puedo-puedo explicarlo…

 

Mike imitó su acción, pero lentamente. Se apoyó en la pared, sentándose en la almohada.

 

—No. No me digas que eso es lo que necesitaba oír o cualquier tontería, porque no me la creeré. Y como he dicho, no soy inteligente como Dustin, por lo que no entiendo el motivo. Soy un adolescente tonto, que no sabe leer el ambiente, y no entiende las cosas si no se las dicen claramente–volvió a pausarse, esto realmente era duro–Cuando dijiste esa frase, la de “Cuando eres diferente, a veces te sientes como una aberración”. Eso lo decías porque tu te sientes como una aberración, por ser diferente. ¡Pero tú no eres nada de eso! Soy yo el diferente, soy yo la aberración. ¡Soy diferente, Will! Aún juego a D&D como un niño, después de burlarme de ti y gritarte el verano pasado por querer jugar–estaba listo para decir lo que iba a decir, así que cogió aire antes de seguir–.¡No me gusta el deporte, no me gusta separarme de gente a la que quiero, no me gusta crecer, no me gusta socializar, y no me gustan las chicas!

 

Respiró pesadamente, como cuando corres para coger el bus y llegas justo a tiempo. Ya está, lo había soltado. Ahora solo venía la peor parte según él.

 

—Mike…¿De qué estás hablando? A ti te gustan las chicas–afirmó Will frunciendo el ceño.

 

—No, no me gustan. No afirmes algo que no es cierto y que nunca lo será. Vale, estoy seguro de que estás pensando que tengo novia, una chica, y la quiero. Pero, la quiero de la manera en la que quiero a Dustin, a Lucas, a…Max. Siempre la he querido de esa manera. El otro día me preguntó si ya no la amaba, y no fui capaz de decirle la verdad, no fui capaz de decirle que nunca la he amado ni la he querido de la manera en la que un novio tiene que amar a una novia.

 

Will estaba sorprendido. ¿Que Mike qué?

 

—¿Recuerdas nuestra primera pelea? Cuando te dije toda esa mierda…La recuerdo tan bien que te puedo afirmar que todo lo que te dije, no te lo estaba diciendo a ti, si no a mí. En mi cabeza, todo me lo estaba diciendo a , y no fue hasta que cogiste la bici y empezaste a pedalear que me di cuenta que te lo había dicho a  ti. Es decir, en mi cabeza, tú actuabas de mi, y yo actuaba de mí. Lo sé, es confuso. Cuando dije “¿Qué pensabas, que íbamos a sentarnos en mi sótano y jugar juegos durante el resto de nuestras vidas?”, me lo estaba diciendo a mí, porque aunque me había burlado de ti durante el juego y te había negado el querer jugar, la realidad es que estaba deseando jugar contigo, pero solo estaba fingiendo porque tenía y tengo miedo de que todos crezcan y yo me quede estancado en el pasado. Y eso es lo único que sé hacer; fingir. Finjo que me gusta El, finjo que me gustan las chicas, finjo que no me importas, finjo que no quiero jugar…finjo muchas cosas más. 

 

Todo lo que le estaba contando Mike había dejado a Will boquiabierto, no sabía que decir, que hacer ni cómo actuar ante la confesión de la realidad que le estaba dando su amigo.

 

—Mike…

 

—¡Cuando te dije “No es mi culpa que no te gusten las chicas” tampoco te lo estaba diciendo a ti!–abrió los brazos, como cuando alguien discute, solo que esto no era una discusión–.Porque no es mi culpa que no me gusten, es la de estos sentimientos estúpidos y…y…

 

Vamos, dilo, sin pensar.

 

—¡Y tuya! ¡Es tu jodida culpa que no me gusten!

 

Reguló su respiración, y se tapó la cara con ambas manos, bajando la cabeza y soltando un quejido. Iba a llorar, y preferiría morir que llorar enfrente de Will.

 

La cabeza de Will estaba hecha un caos, así que decidió ponerla en orden antes de hablar, y eso hizo. Pero lo que dijo no era lo que quería decir.

 

—¿Entonces por qué me has ignorado? ¿Por qué no me abrazaste en el aeropuerto? ¿Por qué no me has llamado ni me has escrito? 

 

—¡Por eso mismo, Will! ¡Por los estúpidos sentimientos! Te ignoré porque pensé que así desaparecerían mis sentimientos hacia tí. No te abracé en el aeropuerto porque tenía miedo de que alguien nos viese y dijese “Mira a esos putos gays de mierda” o algo así. Te llamé, a ti y a El, pero la línea siempre estaba ocupada. Y te escribí cientos de cartas, todos los días escribía una, pero nunca las enviaba porque en todas te escribía sobre mis sentimientos y terminaban con un “Con amor, Mike”. ¡Algo que no le escribía ni a mi novia! Era inevitable, me era imposible no escribirte sobre mis sentimientos. ¿Y sabes qué?–se levantó, cogió su bolsa y sacó unos papeles siento sujetados con una cinta. Le lanzó a Will el paquete a las piernas y volvió a sentarse en la cama de piernas cruzadas–.Ahí tienes unas cuantas, creo que son diez exactamente, ¿quieres leerlas?–encendió la luz del techo con un golpe al interruptor–.Pues adelante.

 

Will las leyó en su mente. Estaban arrugadas, como si las hubiesen hecho bolitas para deshacerse de ellas pero con miedo a romperlas. Ahí estaban escritos los sentimientos de Mike. Lo que más le sorprendió a Will es que Mike no había mentido; todas terminaban de la misma forma: “Con amor, Mike”. Posó las cartas en la mesilla.

 

—Esto es…Mike…Esto…–intentó articular, pero no le salían las palabras.

 

Tú, puedes, Will, hazlo. Él no va a hablar, ya lo ha dicho todo, ahora te toca a ti.

 

—¿Tienes…homofobia internalizada?–quería asegurarse.

 

—Si, la tengo.

 

—Vale…– ahora, de una –.Yo al principio también la tenía, y supongo que la sigo teniendo, porque a veces me pregunto: “¿Por qué soy así?”.

 

—¿Tú…?

 

—Sí, y de hecho, también me gusta un chico, más bien, amo a un chico. Pensaba que los sentimientos de ese chico nunca iban a ser recíprocos, pero he descubierto que estaba equivocado.

 

—Oh–dijo Mike desanimado.

 

—¿“Oh”?–le imitó y se rió–.Sé que eres despistado y que no entiendes las cosas si no te las dicen claramente, pero me has decepcionado.

 

—Oh…

 

—“Oh”. ¿Eso es todo lo que sabes decir?–volvió a reírse. Se acercó a él y posó su mano encima de la del azabache–.Mike, te amo.

 

Hostia puta –pensó Mike tapándose la boca para no decirlo en voz alta, y también las mejillas para tapar el sonrojo que se había formado en ellas.

 

—¿Enserio? Wow. Es decir, yo también te amo–estaba tan nervioso que su voz iba muy rápida, y daba la impresión que en cualquier momento se iba a trabar–.Pero-¿Desde-desde cuando?–finalmente se trabó.

 

—No sé, me di cuenta a los once, pero tal vez me gustaste desde siempre.

 

—¿Qué dices? ¡Yo también! Es decir, a los once me di cuenta, pero creo que es desde siempre.

 

—Ugh, somos tan tontos…–soltó Will, tapándose los ojos de la vergüenza.

 

Mike le sonrió de esa forma. Entonces, apartó la mano de Will de sus ojos, le agarró la cara de ambos lados, ambos cerraron los ojos y unieron sus labios en un beso. Uno corto, pero que mostraba todos los sentimientos de ambos. Era el primero de Will, por lo que no sabía bien qué hacer. Pero Mike le guiaba. No le guiaba literalmente, pero algo parecido. Para Mike, este era su primer beso en el que besaba a quien realmente amaba. Y notaba la diferencia.

 

Mike empujó a Will hacia atrás haciendo que éste quedase tumbado debajo de él. Le volvió a besar, más apasionadamente.

 

—Woah. Mike–intentó hablarle, pero Mike seguía. Por lo que le tuvo que apartar un poco–.Mike espera.

 

—Perdón, perdón–se disculpó con una pequeña risa–.Dime.

 

—No creo que esto sea una buena idea. Quiero decir, sigues con El, con mi hermana.

 

Los ojos de Mike se abrieron, se había olvidado de ella.

 

—Mierda…Bueno, entonces lo dejaremos. Tampoco había mucho futuro entre nosotros. Yo nunca la he amado, y ella creo que necesita tiempo para descubrir más cosas, tanto de ella como del mundo en general. Lo entenderá.

 

—¿Tú crees?

 

—No lo creo, lo sé. O más bien lo supongo. Pero vamos, que si. Y una vez que lo dejemos…–apagó la luz y se tumbó de vuelta en su lado de la cama, dándole la mano a Will–…te pediré ser mi novio.

Afterword

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